Mark Olivier, un artista autodidacta de Berkeley, California, recorre las playas del este de la bahía en busca de basura, que luego convierte en hermosas esculturas.
Durante siete años, Olivier ha reunido todo tipo de basura de las diferentes playas de la bahía del este, pero en vez de tirar todo por la borda, decidió crear unas obras de arte en su jardín. Todo comenzó una mañana, cuando estaba paseando a su perro Zsa Zsa en un antiguo vertedero costero conocido como Albany Bulb. Miraba a todas las enormes cantidades de basura en la playa y se preguntaba porque nadie lo limpiaba, cuando de pronto se le ocurrió esta maravillosa idea, con sólo un encendedores de cigarrillos y unas cuantas piezas de plástico, pero al poco tiempo que había amasado una impresionante colección de trastos inútiles, convirtiendo todo en excelentes obras de arte.