El proyecto Landfillart es un esfuerzo artístico que trata de conseguir que la gente tome conciencia sobre la cantidad de basura que generan, al convertir la misma en hermosas obras de arte únicas.
La idea fue concebida por Ken Marquis, de Wilkes-Barre, Pennsylvania, que ha pasado los últimos tres años convencer a otros artistas de todos los Estados Unidos y 52 países extranjeros para convertir las tapas de los cubos de basura en obras de arte. Ken tuvo la idea de usar las tapas mientras asistía a una exhibición de automóviles cerca de Allentown, donde vio una colección de 41 ruedas oxidadas y le hizo pensar que podrían ser reutilizados. Compró todo por 82 dólares, y sólo unas pocas semanas más tarde adquirió 1.000 más, de un colector en Quakertown.

